La Plaza de la Cultura continúa cosechando el espíritu del reconocido artista plástico dominicano
El legado del maestro Cándido Bidó se mantiene vivo en todo el país, especialmente en su pueblo natal, la provincia Monseñor Nouel, a través de la Plaza de la Cultura que fundó hace 25 años y que hasta el día de hoy continúa elevando su vida cultural y artística.
Según su hijo Luis Jose Bidó, Don Cándido siempre tuvo el sueño de devolverle algo a su ciudad, a sabiendas de las limitaciones que tuvo allí para formarse y que lo llevaron a emigrar al gran Santo Domingo para cultivarse en las artes plásticas.
En el marco de transmisión especial "Un Día con Bonao" de la Z101, Bidó contó que la gestación del centro comenzó desde que su padre se hizo profesional. Por el año 1986, un grupo de munícipes y personalidades, entre ellas el ingeniero Alfonso Fermín, ex síndico de la provincia, y quien gestionó la donación de los terrenos sobre los que hoy se erige el centro.
“Tras 25 años trabajando en la Plaza de la Cultura de Bonao, es un orgullo para sus pobladores el rescate cultural y artístico que ha significado la creación de este importante centro, a través del cual se han formado jóvenes talentos”, dijo el presidente de la institución.
“Gracias a la plaza hemos graduado jóvenes en música, teatro y pintura, y es algo muy importante. Ojalá hubieran más plazas en el país”, sostuvo el hijo del reconocido artista. “Es bastante grande llevar su apellido, era un hombre muy responsable y decidido y es una responsabilidad mayor hacer realidad su sueño”, agregó.
Para Julio Valentín, director ejecutivo de la fundación, uno de los mayores legados del centro es su funcionamiento como estructura integral cultural, la cual considera como única en República Dominicana, que opera con un museo y un centro cultural, además de incluir actividades docentes y difusivas.
En un principio, el proyecto del museo Cándido Bidó fue concebido para alojar las obras del maestro. “Pero en el acto de su desprendimiento , él decidió que no solo se acogieran sus obras, sino que fuera abierto y plural, y que incluyera no solo obras de dominicanos, sino de otros artistas latinoamericanos”, sostuvo Valentín.
En el museo se exhiben obras de artistas latinoamericanos como Orlando Vallejo, Alfredo Sinclair y Guillermo Trujillo, entre otros.
Cuando surgió la Plaza de la Cultura, su enfoque se concentraba en la formación infantil en artes visuales. No obstante, con el tiempo se fue ampliando la proyección de forma gradual, y en menos de 20 años se han graduado más de 125 profesionales, en su mayoría artistas plásticos, con conocimientos académico, filosófico, cultural y espiritual.
“Este es el embajador cultural más importante de estos tiempos, probablemente un país de cada uno de los cinco continentes y un museo de cada uno tiene una obra de este gran dominicano. Toda la provincia y República Dominicana deberá agradecerle de forma perenne al maestro Cándido Bidó”, manifestó Valentín.
Por: Laura Peralta
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