POR 12:22PM - 23 DE JULIO, 2012
Entre Lujo, belleza, amistad, secretos y risas se presenta ´BRUJAS, somos todas¨ magistralmente dirigida por Germana Quintana.
Santo Domingo. Cinco compañeras de estudios de la infancia se reúnen a petición de una de ellas, para poner sobre la mesa las verdades, los recuerdos, las infamias y los verdaderos roces que surgen en la adolescencia de cinco antiguas condiscípulas de un internado suizo que vuelven a reunirse veinte años después de su graduación.
Las actrices, todas y cada una, están magníficas, conmovedoras, hilarantes, intensas, y libres en el escenario, en una muestra de la alta calidad que puede ofrecer el teatro criollo en el país.
El gancho, el teatro y la Moda, permitió que un público no asiduo al teatro fuera atraído a disfrutar dos manifestaciones artísticas en un solo escenario con excelentes resultados. Las actrices lucieron bellísimos diseños de Leonel Lirio, Giannina Azar, Jenny Polanco, Moisés Samaniego y Jusef Sánchez, quienes se acogieron a los personajes caracterizado por las actrices, para mostrar un vestuario hermoso y deputado teatralmente.
Yamile Scheker, es la anfitriona de la noche, quien utiliza la intriga y el suterfugio como una herramienta para descubrir su gran secreto, lo que mantiene al público en la expectativa y suspenso durante toda la obra; Gianni Paulino, quien nos sorprende con su frescura y dominio escénico, es la dueña de las frases fuertes y la risa del público, ella nos vende la libertad de la profesión que ejerce con orgullo, de forma sincera y auténtica; Mildred Quiroz, es la cínica y profesional, Ella conoce detalles más no lo revela, se encarga de ¨enchinchar¨, ¨tirar y no dar¨ y enriquece su personaje su fuerza interpretativa que hace que el público se identifique con el sentir de la mujer exitosa profesionalmente, pero dependiente sentimentalmente; Elvira Taveras, la amante esposa y madre feliz aparentemente, con un secreto que acaba gritando a voces: decepcionada, utilizada y manipulada por una escritora de renombre, interpretada por Lidia Ariza, quien demuestra una vez más su experiencia en el escenario, en un personaje oscura y exquisitamente interpretado.
En la dirección de la obra se puede encontrar mucho de la maestría de esta gran conocedora de la escena teatral como es Germana Quintana, quien juega con el desplazamiento y el movimiento sobre las tablas, de cada una de las cinco actrices que sorprenden en belleza, comicidad, compenetración y buenas actuaciones de una obra que se presenta como una orquesta musical bien balanceada, imagen escenográfica de primera, con un climax de suspenso, en diálogos armónicos, hilarantes y profundos, y una dirección escénica magistral.
El espectador ríe a carcajadas, al descubrir que en el internado se vivieron episodios que dejaron una huella indeleble en la vida de aquellas adolescentes, hoy convertidas en ¨mujeres exitosas y felices¨. Mucho para analizar, mucho que comentar de unas actrices que descubren ante el espectador sus interioridades y que se convierten en el espejo de la vida de las féminas actuales.
Un decorado que inunda el escenario de luz y que emula el salón de esta mansión, es junto al vestuario, una muestra de la atención que se ha puesto a una estética cuidada y acorde con la trama en esta puesta en escena contemporánea y vibrante.
En un final inesperado, pero satisfactorio, se descubre a la culpable de la trama, en tanto la fuerza de la amistad parece reagrupar nuevamente a estas mujeres en una camaradería que nos lleva a la nostalgia de los momentos vividos.
Las actrices, todas y cada una, están magníficas, conmovedoras, hilarantes, intensas, y libres en el escenario, en una muestra de la alta calidad que puede ofrecer el teatro criollo en el país.
El gancho, el teatro y la Moda, permitió que un público no asiduo al teatro fuera atraído a disfrutar dos manifestaciones artísticas en un solo escenario con excelentes resultados. Las actrices lucieron bellísimos diseños de Leonel Lirio, Giannina Azar, Jenny Polanco, Moisés Samaniego y Jusef Sánchez, quienes se acogieron a los personajes caracterizado por las actrices, para mostrar un vestuario hermoso y deputado teatralmente.
Yamile Scheker, es la anfitriona de la noche, quien utiliza la intriga y el suterfugio como una herramienta para descubrir su gran secreto, lo que mantiene al público en la expectativa y suspenso durante toda la obra; Gianni Paulino, quien nos sorprende con su frescura y dominio escénico, es la dueña de las frases fuertes y la risa del público, ella nos vende la libertad de la profesión que ejerce con orgullo, de forma sincera y auténtica; Mildred Quiroz, es la cínica y profesional, Ella conoce detalles más no lo revela, se encarga de ¨enchinchar¨, ¨tirar y no dar¨ y enriquece su personaje su fuerza interpretativa que hace que el público se identifique con el sentir de la mujer exitosa profesionalmente, pero dependiente sentimentalmente; Elvira Taveras, la amante esposa y madre feliz aparentemente, con un secreto que acaba gritando a voces: decepcionada, utilizada y manipulada por una escritora de renombre, interpretada por Lidia Ariza, quien demuestra una vez más su experiencia en el escenario, en un personaje oscura y exquisitamente interpretado.
En la dirección de la obra se puede encontrar mucho de la maestría de esta gran conocedora de la escena teatral como es Germana Quintana, quien juega con el desplazamiento y el movimiento sobre las tablas, de cada una de las cinco actrices que sorprenden en belleza, comicidad, compenetración y buenas actuaciones de una obra que se presenta como una orquesta musical bien balanceada, imagen escenográfica de primera, con un climax de suspenso, en diálogos armónicos, hilarantes y profundos, y una dirección escénica magistral.
El espectador ríe a carcajadas, al descubrir que en el internado se vivieron episodios que dejaron una huella indeleble en la vida de aquellas adolescentes, hoy convertidas en ¨mujeres exitosas y felices¨. Mucho para analizar, mucho que comentar de unas actrices que descubren ante el espectador sus interioridades y que se convierten en el espejo de la vida de las féminas actuales.
Un decorado que inunda el escenario de luz y que emula el salón de esta mansión, es junto al vestuario, una muestra de la atención que se ha puesto a una estética cuidada y acorde con la trama en esta puesta en escena contemporánea y vibrante.
En un final inesperado, pero satisfactorio, se descubre a la culpable de la trama, en tanto la fuerza de la amistad parece reagrupar nuevamente a estas mujeres en una camaradería que nos lleva a la nostalgia de los momentos vividos.
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