domingo, 25 de junio de 2017

Zoe Saldaña tendrá su estrella en Hollywood


EFE
LOS ÁNGELES

Los artistas de raíces latinas Zoe Saldaña y Lin-Manuel Miranda recibirán su estrella en el Paseo de la Fama.

Saldaña, de padre dominicano y madre puertorriqueña, ha logrado fama gracias a sus actuaciones en cintas como Avatar y Guardianes de la Galaxia.

En tanto que el cantante y compositor Lin-Manuel Miranda, de raíces puertorriqueñas y quien ha ganado varios premios Tony, Emmy y Grammy, además del Pulitzer de Teatro, es más conocido como compositor y protagonista del musical de Broadway, Hamilton.

La Cámara de Comercio de Hollywood, institución que administra los reconocimientos en la célebre avenida de Hollywood Boulevard, seleccionó este jueves de entre cientos de nominados a figuras del cine, teatro, radio y televisión para otorgarles su estrella incluyendo a los dos artistas latinos dentro del listado de galardonados en el Paseo de la Fama correspondiente a 2018. A los galardonados se les conoce como Clase 2018.

En cine fueron seleccionados Jack Black, Kirsten Dunst, Jeff Goldblum, F. Gary Gray, Mark Hamill, Jennifer Lawrence, Gina Lollobrigida, Minnie Mouse, Nick Nolte y Zoe Saldaña.

En televisión fueron elegidos Anthony Anderson, Gillian Anderson, Lynda Carter, Simon Cowell, RuPaul Charles, Taraji P. Henson, Eric McCormack, Ryan Murphy, Niecy Nash, Mandy Patinkin, Shonda Rhimes y postmortem Steve Irwin.



En música fueron reconocidos Mary J. Blige, sir Richard Branson, Petula Clark, Harry Connick Jr., Ice T, Snoop Dogg, Carrie Underwood y “Weird Al” Yankovic.

En radio fue seleccionado Steve Jones y en teatro y actuaciones en vivo Charles Aznavour, Lin-Manuel Miranda y postmortem Bernie Mac.

Los siete datos que debes saber sobre "El diario de Ana Frank"


Curiosidades
Ana Frank
Redacción La Vida
Listín Diario
Santo Domingo

Un día como hoy, hace 70 años, vieron la luz en Holanda las memorias de una niña judía conocidas hoy como "El diario de Ana Frank".

Ana, que había nacido en Fráncfort del Meno (Alemania) el 12 de junio de 1929, se mudó con a su familia a los Países Bajos huyendo del nazismo. Cuando Alemania ocupó los Países Bajos, los Frank se escondieron en una vivienda oculta en la parte trasera de un edificio. Allí vivieron por algo más de dos años, antes de ser descubiertos y enviados a campos de concentración.

Otto Frank, el padre de Ana, fue el único sobreviviente de la familia y quien publicó el diario que su hija redactó durante su escondite.

Estos son siete datos que debes conocer sobre el diario, que ha inspirado obras de teatro, películas y exposiciones:

1.-Sus padres le obsequiaron a Ana un diario con motivo de su decimotercer cumpleaños, el 12 de junio de 1942. Comenzó a escribir en él cartas dirigidas a una amiga imaginaria, a quien nombró "Kitty".

2.-El diario fue publicado originalmente con el título "La casa de atrás. Diario en forma de cartas, 14 de junio de 1942 al 1 de agosto de 1944".

3.-La "casa de atrás" era un escondite en el edificio donde el padre de Ana había tenido una fábrica. Está situado en el canal Prinsengracht n° 263, en Ámsterdam. En el año 1960 se convirtió en un museo.

4.-En las primeras ediciones se eliminaron pasajes en los que la niña habla sobre fantasías y experiencias sexuales. Estas porciones fueron publicadas a 50 años de su muerte.

5.-Además de cartas, en sus libretas Ana escribe cuentos cortos y frases bonitas de otros autores. La adolescente quería ser periodista y escritora.

6.-Ana reescribió parte de sus memorias para convertirlas en una novela, luego de escuchar por radio un llamado para conservar los diarios escritos durante la Segunda Guerra Mundial.

7.-El 4 de agosto de 1944, la "casa de atrás" es descubierta y sus ocupantes enviados a campos de concentración. Ana murió en marzo del año siguiente en el campo de Bergen-Belsen, en Alemania.



jueves, 22 de junio de 2017

Butacas de Oro para Concha Velazco y Arturo Fernández



El teatro madrileño honra a los grandes de la escena con motivo de su primer centenario



TITO ANTÓN
Reportaje gráfico: Enrique Cidoncha 
(@enrique_cidoncha)
La excusa para la celebración era inmejorable: el primer centenario del Teatro Reina Victoria, en el corazón de la madrileña Carrera de San Jerónimo. Y las bromas en torno al paso de los años también fueron recurrentes: unos y otros tendremos que cuidarnos para llegar de buen ver al bicentenario. En clave teatrera y cómico-metafísica, puesto que mala solución tienen nuestras limitaciones existenciales, se desarrolló este martes 20 de junio la fiesta que los grandes de la escena concedieron a dos compañeros no ya enormes, sino gigantescos.


   Concha Velasco y Arturo Fernández, intérpretes que llevan casi más horas sobre los escenarios que de sueño, fueron los receptores de las Butacas de Oro del Reina Victoria, el rincón capitalino donde han escrito algunas de sus más memorables páginas artísticas, que darían para un libro bien gordo. Y para ello contaron con un entregador ilustre, el ministro Íñigo Méndez de Vigo, y un anfitrión con don de gentes irrefutable, el actor y presentador televisivo Carlos Sobera. El hombre que el año pasado le echó coraje, o valor, o hasta puede que temeridad, adquirió el mítico inmueble y añadió a sus atribuciones la de empresario.


Las Butacas de Oro son un reconocimiento simbólico, pero de enorme valor sentimental para quienes han hecho del teatro su segunda casa, incluso quizás la primera. Lola Herrera, María Luisa Merlo, María José Alfonso, Luis Varela, Juan José Alonso Millán, Marisol Ayuso, José Luis Pellicena, Victoria Vera, Manuel Zarzo y Jaime Azpilicueta ya contaban con sus butacas nominales y personalizadas en la platea. Ahora tocaba cerrar el ciclo y llegar al 12, tantos como meses del año en que el Reina Victoria sopló su vela número 100. Y para completar esa nómina de seis grandes mujeres y seis grandes hombres, difícil pensar en nadie mejor que Concha Velasco y Arturo Fernández. Ambos recibieron este premio, y el abrumador aplauso del patio de butacas, echándole unas gotas de memoria y un gran torrente de humor a sus intervenciones.


Suicidio ante los Reyes
Concha Velasco recordó que los hoy Reyes eméritos y el entonces Príncipe la vieron en el Reina Victoria con una función de Buenas noches, madre. Juan Carlos I había sido alumno del padre de la actriz en la Academia General Militar de Zaragoza. Ella tenía que suicidarse con un disparo al final de la función, pero los guardaespaldas de la Familia Real le decían que no podía. “¡Al final me pegué el tiro como me dio la gana!”, concluyó Velasco entre risas.

 Un ‘chatín’ feliz
Cargado de emoción estuvo el pensamiento de Arturo Fernández al encontrarse de nuevo ante un telón. “Qué maravillosa profesión. Y qué difícil a la vez. Los teatros son nuestra casa: pasamos más horas encima del escenario y en el camerino que en nuestro propio hogar”. Esa declaración de amor a la escena la acompañó con una exageración sobre su avanzada edad, poniendo de manifiesto su incombustible humor: “Me faltaron apenas unos meses para venir a la inauguración del Reina Victoria, que abrió sus puertas hace 100 años”.