MENSAJE DEL DÍA MUNDIAL DEL TEATRO 2016
Anatoli Vassiliev 11 de marzo de 2016
Por Itai Cruz/
Cada año una personalidad de prestigio de las tablas internacionales escribe un mensaje para celebrar la fecha, responsabilidad que le ha correspondido este año al director y profesor de teatro ruso, Anatoli Vassiliev.
A dos semanas de celebrarse el Día Mundial del Teatro, se ha publicado ya el mensaje que Vassiliev da al mundo. Dicho mensaje, es considerado como uno de los actos más representativos en el mundo del teatro, Anatoli Vassiliev asegura que “el teatro puede decirnos todo”.
¿Necesitamos teatro?
Esa es la pregunta que surge en miles de profesionales del teatro decepcionados y en millones de personas cansadas de él.
¿Qué necesitamos de él?
Hoy en día la escena es tan insignificante, en comparación con las ciudades y estados donde se juegan auténticas tragedias de la vida real.
¿Qué es él para nosotros?
Galerías y balcones, bañados de oro y plata; en las salas, sillones de terciopelo, actores de voces bien pulidas o viceversa, algo que puede lucir aparentemente diferente: cajas negras, manchadas de barro y sangre, con un montón de cuerpos desnudos rabiosos al interior.
¿Qué está dispuesto a decirnos?
¡Todo!
El teatro puede decirnos todo.
Cómo los dioses habitan en el cielo, y cómo los presos languidecen en cuevas subterráneas, olvidadas, y cómo la pasión nos puede elevar, y cómo el amor puede destruir, y cómo nadie necesita una buena persona en este mundo, y cómo reina la decepción, y cómo la gente vive en apartamentos, mientras que los niños se marchitan en campos de refugiados, y cómo todos tienen que volver de nuevo al desierto, y cómo día tras día nos vemos obligados a apartarnos de nuestros seres amados, el teatro puede decirnos todo.
El teatro siempre ha estado y siempre permanecerá.
Y ahora, en estos últimos cincuenta o setenta años, es particularmente necesario. Porque si usted ve todas las artes públicas, puede observar de inmediato que sólo el teatro nos da una palabra de boca en boca, una mirada de ojo a ojo, un gesto de mano en mano y de cuerpo a cuerpo. No necesita ningún intermediario para trabajar entre seres humanos, constituye el lado más transparente de la luz, no pertenece más al sur, o al norte o al este u oeste, oh no, es la esencia de su propia luz, brillando desde todos los rincones del mundo, inmediatamente reconocible por cualquier persona, ya sea hostil o amigable hacia él.
Y necesitamos teatro que permanece siempre diferente, necesitamos teatro de muchas formas diferentes.
Aún así, creo que entre todas las formas de teatro posibles, sus formas arcaicas demostrarán ahora ser las de mayor demanda. El teatro de formas rituales no debe oponerse artificialmente al de naciones “civilizadas”. La cultura secular está siendo cada vez más castrada, la llamada “información cultural” sustituye gradualmente y suplanta entidades simples, así como nuestra esperanza de cumplirles un día.
Pero puedo ver claramente ahora: el teatro está abriendo sus puertas de par en par. Entrada gratuita para todos y cada uno.
Al diablo con aparatos y dispositivos, ¡ir al teatro!, ¡ocupar filas enteras de butacas en las galerías, escuchar la palabra y mirar imágenes en vivo! El teatro está frente a usted, no lo descuide y no se pierda la oportunidad de participar en él, tal vez la más preciosa oportunidad que tenemos en nuestras vanas y apresuradas vidas.
Necesitamos cada forma de teatro.
Sólo hay un teatro que seguramente no es necesario para nadie, me refiero al teatro de juegos políticos, un teatro de políticas “ratoneras”, un teatro de políticos, un inútil teatro de políticos. Lo que sin duda no necesitamos es un teatro de terror cotidiano, ya sea en lo individual o colectivo, lo que no necesitamos es la escena de cadáveres y sangre en las calles y plazas de las capitales o provincias, un teatro falso sobre los enfrentamientos entre religiones o grupos étnicos…
ANATOLI VASSILIEV
(Nació el 4 de mayo de 1942, Danilovka, Región de Penza, Rusia)
Anatoli Vassiliev es un director y profesor de teatro ruso de renombre internacional.
Fundador de la Escuela de Arte Dramático del Teatro de Moscú inicialmente ubicado en la avenida Povarskaia, de donde se trasladó a un edificio nuevo en la calle Sretenka. Un espacio arquitectónico original concebido según los planes de Vassiliev para los fines de investigación teatral a los que está dedicado.
Ha enseñado en muchas ocasiones en el Conservatorio Estatal de Arte Dramático de Lunacharski (GITIS), el Instituto de Cine de Moscú VGIK, y el ENSATT (Escuela Nacional Superior de Artes y Técnicas de Teatro) en Lyon, Francia. Se le considera como el más grande director ruso de su generación.
En 1968 se matricula en GITIS y estudia con Andrei Popov y María Knebel. En 1973 comienza a trabajar en el Teatro de Arte de Moscú, donde adapta “Solo para un reloj con campanas” de Osvald Zagradnik. A partir de 1977, trabaja en el Teatro Stanislavski bajo la dirección de Andrei Popov. Se gana el reconocimiento con la adaptación teatral de “El primer esbozo de Vassa Zheleznova” de Máximo Gorki, y “La hija mayor de un hombre joven” de Victor Slavkin. En 1982 es invitado por el Teatro Taganka de Yuri Luybimov. Su presentación “Cerceau”, fue reconocida como la mejor adaptación en 1985. Durante la década de 1980 comienza a dar clases a guionistas y directores de cine.
Establece su teatro, la Escuela de Arte Dramático, en 1987. Las primeras representaciones se llevan a cabo en el sótano de la construcción en el edificio de la avenida Povarskaia, al norte del distrito de Arbat, en el centro de Moscú. La temporada inaugural de la compañía comenzó el 24 de febrero de 1987 con “Seis personajes en busca de autor” de Luigi Pirandello; junto con “Cerceau”, que Viktor Slavkin escribió específicamente para la compañía, ambas producciones estuvieron de gira en Europa Occidental por primera vez entre 1987 y 1988. Su escuela se convierte en un laboratorio de experimentación sobre la voz y el cuerpo del actor.
Vassiliev se dedica a la puesta en escena de textos no teatrales con el fin de interrogar su oralidad y valor literario. Después de haberse educado musicalmente a sí mismo, a menudo retorna a la música en su obra.
Luego de estudiar a profundidad las estructuras de la obra a través de la metodología del «Etude» se ve interesado en las formas de la vida interior de una idea, que pueden manifestarse a través del verbo. Estudia la materialidad del sonido, la entonación, buscando poner las palabras en movimiento: “el sonido debe hacerse carne”.
Anatoli Vassiliev va ganando reputación internacional. En 1992 pone en escena “Mascarada” de Lermontov en la Comédie Française, y al año siguiente, en Roma, “Cada uno a su manera” de Pirandello. En 1997 con “Las lamentaciones de Jeremías” participa en los festivales de Aviñón, en Italia y Berlín. La obra recibe la presea nacional “Máscara de Oro” de Rusia como mejor puesta en escena y mejor escenografía. En 1998 se presenta “Don Juan o el Invitado de Piedra” de Pushkin en el Cartoucherie. Pone en escena “El Sueño del Tío” de Dostoievski (1994, Budapest), “Dama Pika” de Tchaikovsky (1996 Weimar), “Culpables Inocentes” de Ostrovski (Hungría 1998), “Mozart y Salieri” de Pushkin (2000), y “Medea Material” de Heiner Müller (2001).
El 4 de mayo de 2001 la compañía se traslada al nuevo edificio de avenida Sretenka, construido de acuerdo a los planes de Vassiliev, Igor Popov, Boris Tkhor y Sergei Goussarev. La estructura del nuevo edificio, con sus dos escenarios (la Manege y el Globo) y sus amplias ventanas de cristal, se considera que contribuyen a la atmósfera de un laboratorio artístico al que aspiran sus creadores.
En 2005 pone en escena nuevamente “Medea Material” en el Teatro de los Amandiers en Nanterre. En 2006 se presenta “A partir del viaje de Oniegin”, adaptado de Pushkin y Tchaikovsky en el teatro Odeon y es invitado por el festival de Aviñón para presentar “Mozart y Salieri” y “La Ilíada”.
Ese mismo año, tras un conflicto con las autoridades administrativas de Moscú, Vassiliev sale de su cargo en la Escuela de Arte Dramático y se traslada a Europa. Trabaja en París, Lyon y Londres. Tres años más tarde es invitado por el director del Teatro Bolshoi para poner en escena una adaptación de “Don Giovanni”. En 2010 pone en marcha un curso de tres años para la formación de educadores de teatro. El curso, con sede en Venecia, tiene una duración de dos meses cada año y está dirigido principalmente a profesionales italianos, aunque también atrae a educadores, actores y directores de todo el mundo. En 2011, en el Instituto Grotowski en Wroclaw, Polonia, crea un seminario de investigación sobre técnicas de actuación. El seminario duró 2 años y reunió a los graduados del curso de Venecia junto a actores de varios países europeos.
Hasta marzo del año 2016 Vassiliev dirige “La Musica Deuxième” de Marguerite Duras, en la Comédie Française en París. Asistido por su colaboradora de hace tiempo Natalia Issaeva, traductora e investigadora de teatro y por Boaz Trinker, un especialista en formación de actores.
Traducción de César Christo Muñoz
Centro Mexicano del ITI UNESCO