La Fundación Pensar y Crecer, que dirige el ex ministro de Educación y ex presidente de la Asociación Dominicana de Profesores, Melanio Paredes, dio a conocer un estudio sobre la educación dominicana que refl eja con cifras y datos contundentes el grave estado en que se encuentra el sistema educativo de nuestro país .
El estudio hace un ranking de las principales entidades educativas del país, públicas y privadas, y como era de esperarse, existe una diferencia abismal entre esos dos niveles de la enseñanza dominicana .
Se evidencia una vez más algo que en este país conoce hasta el más ingenuo: que la diferencia en la calidad de la educación que reciben los muchachos de las capas sociales medias hacia arriba es sustancialmente superior a la que reciben los estudiantes de las clases más bajas, que son aquellos que asisten al sistema público de educación .
Consecuentemente, se puede proyectar cuáles serán las diferencias para integrarse plenamente al proceso productivo, y la desigualdad en los niveles de ingresos entre los estudiantes de las escuelas públicas y privadas, cuando les toque competir en el campo laboral .
Diferencias que resultan ser el mejor aliado para la perpetuación del proceso de continuo ensanchamiento de la brecha social entre los que tienen algo o mucho, y aquellos que tienen muy poco o nada .
Pero lo realmente alarmante de este estudio son los resultados que obtienen los estudiantes dominicanos en las pruebas nacionales .
Se tomó una muestra prácticamente universal de las pruebas nacionales realizadas a nivel medio y básico en la primera convocatoria del 2012 .
Más de 220 mil evaluaciones de cerca de 5,500 planteles, entre públicos y privados .
De esos, sólo 3,129 aprobaron las 4 asignaturas evaluadas con una nota superior a los 65 puntos, lo que representa el 1.4 por ciento de los estudiantes .
El resto ---el 98.6 por ciento-- - simplemente reprobó .
Y surge una pregunta lógica: ¿Por qué la mayoría de esos estudiantes fueron promovidos de cursos habiendo reprobado las pruebas nacionales? Sucede que esas pruebas tienen una ponderación de 30 por ciento sobre el total de las notas fi nales, y las evaluaciones mensuales y cuatrimestrales en las escuelas y colegios son ponderadas en un 70 por ciento .
Por eso, aunque no obtengan buenas califi caciones en las pruebas nacionales, las ponderaciones les salvan el curso. Además de que se sabe que previendo esas bajas califi - caciones, las escuelas envían al ministerio califi caciones abultadas .
Pero una evaluación al simple y estricto resultado de las pruebas, ofrece los escalofriantes resultados que dio a conocer la FUNPEN en su informe del 2012 .
Confi rmando que del sistema educativo dominicano están saliendo perfectos analfabetos funcionales .
No sólo de las escuelas públicas, sino también de las privadas. Muchachos que en una enorme mayoría son incapaces de competir en el mercado global .
Para muestra, otro dato ofrecido por el informe citado: Al comparar el desempeño de los estudiantes dominicanos en Olimpíadas Iberoamericanas y Centroamericanas y del Caribe de Matemáticas, quedamos en los últimos lugares. No sólo muy por debajo de los países con economías más sólidas y competitivas que las nuestras, sino incluso en comparación con los países con similares niveles de desarrollo humano y social, y con quienes estamos supuestos a competir en la región .
Y hay que tomar en cuenta que a ese tipo de competencias internacionales asisten los mejores estudiantes de sus respectivas clases. Por tanto, lo mejor de este país se encuentra en la cola de la región .
Luciría una contradicción, pero datos como los señalados en este informe son los que me colocaron en la acera del frente a la lucha por el 4 por ciento para la Educación .
Siempre dije ---algo que reivindico- -- que si bien la mayoría de los que andaban de amarillos en las calles y plazas estaban motivados por la sensibilidad que despierta una lucha tan justa como la obtención de mayores recursos para la educación, los que actuaban por detrás de ese movimiento y disponían de sus hilos, no estaban motivados por esos nobles intereses. Sus objetivos eran políticos. Y que inmediatamente cosecharan sus frutos, la lucha por una mejora en la educación les dejaría de importar, y desampararían el movimiento y la lucha .
Ellos sabían que la simple asignación de mayores recursos, más que una solución seria un problema, si antes no se definía un modelo educativo y un plan integral a 10 ó 15 años para garantizar su implementación, con un gran pacto entre todos los sectores sociales y políticos que diera legitimidad y asegurar la continuidad en la aplicación de ese plan .
Y así ha resultado .
Ya asignamos el 4 por ciento del PIB a la Educación. Y sin embargo se ha perdido buena parte del año escolar como consecuencia del insensato enfrentamiento entre la ADP y el Ministerio. Mientras desde el Gobierno se concentran en construir aulas, algunas de ellas sorteándolas sin siquiera disponer del lugar donde se van a construir .
De planes, y estrategias y pactos .
Fuente: www.listindiario.com.do
No hay comentarios:
Publicar un comentario