La obra de Mario Diament, que continúa el próximo viernes (Día del Teatro), sábado y domingo, y luego continuará en escena después de Semana Santa, es un ‘dramedia’, o sea, una obra teatral donde coinciden elementos de drama y de comedia.
Con una estructura de indiscutible eficiencia dramática, y una escenografía minimalista (no cabe otra en el pequeño espacio de Teatro Las Máscaras, donde apenas pueden acomodarse 34 personas), “Cita a ciegas” avanza sobre los hombros de un Jorge Santiago bien administrado en ironía, propiciando que el poeta argentino florezca de manera orgánica.
Su soporte más importante será la Mujer, que asume Lidia Ariza, una de las primerísimas figuras de la escena dominicana. Lidia alcanza realmente momentos de alta densidad dramática, sobre todo en la escena final junto a Jorge Santiago.
La escena más débil de la puesta es el de la Muchacha que asume Kirsy Núñez, que avanza lenta como melaza, en silencios que por momentos se convirtieron en eternidades.
Marisol Marion Landais está orgánica, sobre todo en su consulta de Psicóloga, no tanto cuando se trata de la mujer que es abandonada por su esposo, asumido por Luciano García. Este levanta un ejecutivo banquero, cuyo final imprevisto cierra una de las historias que van a coincidir magistralmente en el banco del parque, entre el Ciego y la Mujer.
Obra sencilla e intensa, inteligente y eficaz, con una estructura dramatúrgica que provoca aplausos.
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