martes, 31 de marzo de 2020



En Villa LEA honramos la tierra, y a ella dedicamos este poema indígena para la PACHAMAMA. Cada 22 de abril el mundo le rinde homenaje a la tierra, madre que nos brinda aquello que necesitamos para vivir bien y en comunidad. Escrito por el poeta indígena Fredy Chikangana, quien lucha por la conservación de las memorias ancestrales y la Madre Tierra a través de la poesía

lunes, 30 de marzo de 2020

Música en Cuarentena

El músico sinfónico Pablo Polanco deleita al público en las noches de cuarentena
Por Redacción Diario Hispaniola
Miércoles 25 de marzo de 2020, 11:09h

Pablo Polanco, licenciado en Música de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y destacado violonchelista dominicano.

Hoy y todas las noches mientras dure la cuarentena, el músico sinfónico Pablo Polanco nos ofrece un moderno concierto a chelo electrónico en vivo desde su casa. Síguelo esta noche en Instagram en @batutabypablopolanco. El Arte es el mejor de los remedios.

Santo Domingo.- Pablo Polanco, licenciado en Música de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y destacado violonchelista dominicano, ofrecerá un concierto a chelo electrónico desde su hogar a través de un “en vivo” desde su cuenta en la red social Instagram mientras dure la cuarentena.

“Hasta que termine la cuarentena, estaré trasmitiendo a las 8:30 pm un poco de amor y aliento a todos los dominicanos desde mi cuenta en Instagram @batutabypablopolanco”, anunció Polanco. Tras expresar su agradecimiento por el apoyo recibido de parte del público, el artista explicó que la inspiración para realizar el concierto surgió con el propósito de “dar lo mejor de sí” en estos tiempos de crisis.

Según el destacado músico, a pasar a tener una vida muy activa como director de Batuta y co-principal de la Orquesta Sinfónica, sus días estaban llenos de actividades, montajes de luces, sonido, pantallas led a eventos corporativos, amenizar bodas y eventos sociales y tocar conciertos clásicos. Sin embargo, tras la cancelación de este tipo de actividades por la declaración de pandemia del Coronavirus, se sintió motivado a hacer algo diferente.

Comentó que al parar su ritmo de trabajo a cero debido al toque de queda, sintió la necesidad de hacer lo que él sabe hacer: “llevar alegría a todos”. “Un día, hablando con mi esposa, sacamos una bocina e iniciamos para nuestros vecinos un oasis en tiempos de desierto,” expresó Polanco. Mencionó que ahora, junto a su familia, se entretiene montando las canciones mientras que sus hijas realizan el diseño para subir a las redes sociales, luego montan el sonido y se visten de gala para dar lo mejor de cada uno.

“Para mí es un inmenso placer expresar mis sentimientos a través de la música y agradezco a todos los que me han apoyado en estas intervenciones musicales,” manifestó Polanco. Dijo que su iniciativa ha sido muy respaldada en todo el sector de la Evaristo Morales y que estos ya esperan al #toquedequeda por el chelista en el balcón. Finalmente expresó que espera en Dios “que pronto salgamos de esta crisis y que los afectados sanen pronto”.

Sobre Pablo Polanco

Licenciado en Música de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y destacado Violonchelista dominicano, graduado del Conservatorio Nacional de Música. Actualmente funge como co-principal de la Orquesta Sinfónica Nacional, con la cual ha debutado exitosamente como solista. Con gran preparación internacional, ha sido becado por la Orquesta Juvenil de las Américas, Washington; el Conservatorio Americano de Fontainebleau, Francia; FOSJA durante 4 años, Puerto Rico; el Orford Arts Center de Canadá y los cursos de verano de Santander, en España.

Es profesor de violonchelo de la Escuela Elemental de Música Elila Mena, Cuarteto del Orbe, Cello Power, Trío Dominicano, Grupo Batuta (Director musical) y Polanco Sound (Presidente). Ha sido premiado con las medallas de oro en los concursos nacionales de Interpretación Musical y una mención honorífica en el FOSJA, Puerto Rico. Posteriormente participa como cellista de la YOA, Joven Orquesta de las Américas en el Carnegie Hall de la ciudad de Nueva York.

Los primeros textos literarios


Por Giovanny Cruz Durán
Jueves 26 de marzo de 2020, 11:20h

La palabra literatura proviene del término latino Litterae, que hace referencia a la acumulación de saberes para escribir y leer de modo correcto. El concepto posee una relación estrecha con la gramática, la retórica y la poética.


Los primeros textos literarios.
Los primeros textos literarios. (Foto: Fuente externa)

La Literatura es el arte de la expresión escrita o hablada. En tal virtud, por su condición de arte, debe procurar el placer estético para ser juzgada como tal.

Para la Real Academia Española de la Lengua, la Literatura es una actividad de raíz artística que aprovecha como vía de expresión al lenguaje.

Para su clasificación se toman en cuenta aspectos semánticos, formales y fonológicos. Dicho esto, podemos reconocer tres grandes géneros literarios:

Género Dramático: sólo hablan los personajes y está compuesto para ser representado.

Género Lírico: la única voz es la del autor. Es un mundo subjetivo a través de versos.

Género Narrativo o Épico: el autor narra y hace hablar a los personajes, cuenta historias y hechos. Puede ser en verso o en prosa.

El nacimiento de la Literatura:

Debo precisar que no podemos confundir la Literatura con la escritura. Los
primeros escritos sumerios (de unos 4000 años antes de Cristo y que hemos confirmado que al menos en el 3000 a.C ya se enseñaban en instituciones llamadas Casas de las Tablillas) no pueden tildarse de literarios. Tampoco a los iniciales jeroglíficos de los egipcios.

También sabemos hoy que los señalados como los primeros manuscritos literarios podrían ser, solamente, los textos más antiguos que hemos logrado conservar. Los expertos suponen que en el incendio de la Biblioteca de Alejandría se perdieron manuscritos valiosos, en los cuales podría haber estado el real nacimiento de la Literatura universal. También sabemos hoy que muchos textos y autores han sido suprimidos intencionalmente por grupos de poder posteriores a ellos.

Textos Primarios:

No obstante, a algunos de los llamados Textos Primarios los aceptamos como las primeras manifestaciones literarias. En ese tenor citamos al “Poema de Gilgamesh” (poema sumerio cuya versión original la suponemos al menos una antigüedad de unos 2600 años antes de Cristo) y al “Libro de los muertos” (su papiro acusa una antigüedad de más de 1300 años antes de Cristo).

El primer poema de amor:

El primer poema de amor fue escrito por una mujer sumeria. Está dedicado al rey King Shu-Shin. Parece que el poema es anterior al de Gilgamesh. Se deduce, porque Shu-Shin gobernó cientos de años antes de la fecha que se ha datado aquella epopeya al héroe Gilgamesh. La tabla de arcilla que contiene el poema (con una leyenda como dedicatoria que reza: "de tu amante esposa que ha tenido un hijo") fue desenterrada a finales de la década de 1880, en Nippur (la región que hoy ocupa Irak). El poema permaneció guardado junto a varios documentos sumerios. Fue re descubierto en 1952 en el museo de Estambul.

Literatura en el Antiguo Egipto:

La Literatura del Antiguo Egipto logra su máximo esplendor con la “Historia de Sinuhé”, escrito en el reinado del faraón Jeperkara Senusert, (Sesostris I), quien fuera el segundo faraón de la dinastía doce. Gobernó entre 1971 y 1928 a. C.

Debo señalar que la Literatura Egipcia no estaba incluida en las primeras historias de la literatura, porque sus textos no se tradujeron a las lenguas europeas hasta el siglo XIX. Los antiguos textos egipcios no se tradujeron hasta que Jean-François Champollion logró descifrar los jeroglíficos (Paris en el 1822).

Los textos del Rig Veda:

Otros textos se transmitieron por tradición oral durante siglos antes de que su contendido fuera definitivamente escrito, lo que hace prácticamente imposible fijarle una indiscutida fecha de nacimiento. Es el caso de los textos del “Rig-veda”, que parecen haber sido escritos unos 2000 años antes de Cristo en la región del actual Pakistán.

Los textos Shatapatha Bráhmana y los Upanishad:

Algo similar puedo decirles de los textos “Shatapatha bráhmana” (textos religiosos hinduistas en prosa y escrito en sánscrito, que describen los rituales védicos) y los “Upanishad” (200 libros sagrados de la India).

El Tanakh hebreo y los Poemas de Lao Tzé:

Lo mismo ocurre con el “Tanakh” hebreo y la amplia colección de poemas místicos atribuidos a Lao Tze; que, aunque con cierto nivel de duda, se piensa que fueron escritos en la Edad de hierro.

El Pentateuco de la Biblia:

El “Pentateuco” de la Biblia, aunque se promueve como de una antigüedad de 1500 antes de Cristo, los estudios más recientes lo sitúan en 1000 años a. C.

Homero, La Iliada y la Odisea:

la “Ilíada” y la “Odisea”, de Homero, provienen del siglo VIII a. C. y constituyen el inicio de la Antigüedad Clásica. Estas obras también tenían una tradición oral previa que parece provenir de fines de la Edad de Bronce. Aquí señalo que hay estudiosos que plantean que Homero pudo no saber exactamente escribir. Y que éste era un trovador que contaba historias de las hazañas de su pueblo.

El Cantar del Mio Cid, las Glosas Emilianenses y las Jarchas:

Se acepta como bueno y válido que la Literatura Española inicia andares con la obra narrativa épica “El Cantar del Mío Cid”, anónimo creado hacia el 1200, siendo el más antiguo de los Cantares de Gestas que se conservan. Algunos expertos, sin embargo, plantean que los manuscritos “Glosas Emilianenses” (siglo X) y las “Jarchas” (siglo XI) pudieran ser consideradas como los verdaderos primeros pasos de la Literatura Española.

Primera Historia de la Literatura:

La primera Historia de la Literatura Universal fue la escrita originalmente en italiano por Juan Andrés: “Dell’Origine, progressi e stato attuale d’ogni letteratura” (Parma, 1782). En nuestro idioma se publicó en Madrid (1784) con el título “Origen, progresos y estado actual de toda la literatura”.

Pero la primera Historia de la Literatura Española fue escrita, curiosamente, en alemán por Friedrich Bouterwek (1804).

Ahora permítanme cerrar varios libros muy antiguos que tengo regados en mi biblioteca, colocarlos en sus estantes y decirles con determinado grado de complicidad…

¡Telón!