sábado, 11 de agosto de 2012

El Resbalon de Julieta. Una comedia para todo publico


Después de haber visto el resbalón de Julieta puedo decir que no recuerdo haberme reído tanto en hace mucho tiempo. Esta obra cuenta con un elenco bien balanceado y un guion de lo más cómico. Desde la sirvienta metiche y sensual, el inocente bobo, la jovencita resbalosa, la madre despistada y loca, hasta el padre malinterpretado. Una hora y media (más o menos) de pura risa.

Trata de una jovencita de 18 años, súper moderna,  criada al estilo New York, que como tantas de hoy en día, comienza sus actividades sexuales a temprana edad, viéndose envuelta en un problema de 9 meses.

 Aquí comienza la risa. Los padres, ricos, preocupados por mantener la apariencia y salvar el nombre de la familia contratan a un novio para que se haga responsable de la “niña” y su problema ya que el verdadero responsable huyo por la derecha hacia los Nueva Yores. (Aunque una obra de teatro, tengo a bien saber que estas cosas si suceden actualmente)

Esta obra está llena de malinterpretaciones  comiquísimas, confusiones súper divertidas e inuendos sexuales de lo más entretenidos. Dije en un principio que apela a todo público porque desde los adolescentes con sus expresiones única de esta época, tales como, “osea” “supéralo” o “dime rápido”, hasta actitudes de antaño como, “casen a la niña para tapar este desliz”

La verdad es que es un tiempo bien invertido en una terapia de risas, que promete liberar el estrés a cualquiera.

 Del elenco debo decir que cada uno interpreta su rol como si realmente fueran así. Karla Hatton interpreta la madre rica, un tanto despistada, preocupada siempre por la sociedad, con un humor súper sugerente y una forma de ser bien a la high.

Jorge Santiago interpreta al padre súper preocupado, súper adinerado y muy responsable que a las buenas o a las malas decide casar a su hija. Siendo el que planea y decide llevar a cabo la hazaña de contratar a un novio, tiene el infortunio de ser más malinterpretado que la palabra misma al hacer una serie de comentarios que lo que hace es confundir más al dichoso novio.

Glennys Vargas interpreta a la “niña” moderna, que ya de niña le queda nada. Con unas líneas muy de estos tiempos apela al público más joven que bien puede identificarse con su forma de actuar.

Brian Payano hace el papel del “novio bobo” (confieso que con él fue con uno de los que más me reí). Con su gagueo constante, se interna en un papel que le queda a la medida, o será que lo interpreta tan bien?
Por ultimo tenemos a Ana Mercedes Soto que hace de la sensual sirvienta de la casa, que se aprovecha de TODOS sus atributos para seducir, hacer y deshacer, pero más hacer reír al público. De veras que es otra que le da una vida única a su personaje.

Pereciera que estoy vendida, pero aquellos que me conocen saben que le doy merito a quien merito se merece, y esta obra es otra excelente puesta en escena de la directora Germana Quintana.

Nuevamente, un espectáculo sin desperdicios. No pueden dejar de verla y pasar un rato maravilloso. 

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