Una escena del montaje que sigue en cartel en Las Máscaras.
Enfoca la hipocresía social y provoca carcajadas al máximo
23 Agosto 2012, 10:00 AM

“El Resbalón de Julieta” impulsa nuevos talentos del teatro
Escrito por: José Rafael Sosa (joserafael.sosa@gmail.com)
El teatro Las Máscaras está presentando a casa llena  la  comedia  “El resbalón de Julieta” que divierte en base a su juego de doble realidad y que, de paso, deja ver el refajo la hipocresía social. Una equilibrada combinación de talentos veteranos y jóvenes tiene a su cargo la responsabilidad de provocar tanto risa a mandíbula batiente como su adyacente reflexión posterior, en una trama armada con cuidado por su autor Jorge Mathias.
La relación  que logran Karla Hatton( Margarita), Jorge Santiago(Eduardo), Ana Mercedes Soto (Meche, la criada), Glenys Vargas (Julieta) y Brian Payano (Andrés) deja ver un trabajo previo que logra aceitar un ritmo picaresco y  en continuo ascenso en el nivel de las ocurrencias y jugadas sorpresivas que depara el texto, escrito a conciencia para arrancar la tristeza de los espectadores y hacer vivir una experiencia limpiamente humorística y auténticamente escénica. La trama gira alrededor de una familia de clase media alta cuya inquieta hija da un “resbalón” y queda embarazada, ante lo cual sus padres, condicionados por los valores de superficialidad y la imagen, se trazan la tarea de buscar con quien casarla para que el honor de la familia no rueda por las cunetas. Es así como se deciden a encontrar un idiota al cual comprarle el “si acepto” para que se una en matrimonio a la modernísima chica, quien protagoniza una confrontación generacional permanente con sus padres. Brian Payano, (Andrés)  saca un perfecto idiota al punto de convencernos, Glenys Vargas (Julieta), es un hallazgo interesante. Buena para la comedia, mientras que Ana Mercedes Soto (Meche, la criada) requiere de un mejor manejo de los tonos de voz, dominar mejor la técnica.