viernes, 3 de agosto de 2012

Brujas somos todas...desde mi punto de vista

La pasada semana  tuve la oportunidad de ver la Obra de teatro, Brujas Somos Todas. Debo decir que, en resumen, es una producción magnifica; un perfecto balance entre humor, drama, sarcasmo, intriga y sorpresa. Teatro con altura, como lo describió el señor José Rafael Sosa en su blog.

La trama
20 años después, 5 amigas se reúnen en lo que parece ser una noche de amenidades y gratos recuerdos de una infancia feliz. Ya casadas, exitosas, aparentemente realizadas y viviendo la vida de sus sueños, estas mujeres embarcan en un viaje por la memoria de su niñez en el internado y caminan por senderos de un presente "perfecto", pero lleno de secretos, cargado de confesiones y sorpresas inesperadas.
Como bien saben, cada actriz desarrolla un papel único que representa un estereotipo de nuestra sociedad, si así lo quieren ver. Encuentro que existe una similitud muy real y palpable entre lo presentado y la sociedad actual en la que vivimos.

Los Personajes.
La escritora exitosa interpretada por Lidia Ariza: ganadora de premios y respetada en su campo, es una mujer fría, calculadora, orgullosa, y hasta cierto punto juzga a las demás por llevar una vida tan simple, y a su parecer, insignificante.
La abogada realizada e interpretada por Mildred Quiroz: con un matrimonio en la cuerda floja, balancea su vida profesional con su vida de casada. Luchando por salvar un matrimonio que ella misma califica como una tumba en vida.
La ama de casa perfecta interpretada por Elvira Taveras: con un matrimonio perfecto, hijos perfectos, lleva una vida de cuentos de hadas, se dedica a su casa, a su marido, y a la vida de casada. Este personaje, con sus confesiones, airadas gracias a los efectos del alcohol, es quizás quien desemboca todo el dramatismo de la obra.
La prostituta de clase alta interpretada por Gianni Paulino: se deleita en el placer que le dan los variados hombres que pasan por su cama, pero sobre todo, goza más de la cantidad exuberante que cobra por complacer sus fantasías sexuales. Esta es una mujer sencilla pero conflictiva, sus comentarios subidos de tono son el mayor aporte humorístico a la producción.
La casada balanceada interpretada por Yamilé Scheker: casada con un hombre con el que hizo conexión al instante de conocerlo, es feliz hasta que descubre que le es infiel y se decide a saber quién es la responsable de la separación emocional de ella y su esposo.

Lo que más me gusto.
Confieso que durante el desarrollo de la trama pensé que uno de los elementos que podría resultar cansón (me sentí satisfecha al ver que la actriz lo manejó a un grado justo, sin resultar vulgar ni sobreactuado) fue los comentarios subidos de tono de Gianni, acompañados por gestos que resultaron sutiles pero directos, una manera muy elegante de tratar el tema de la prostitución y sexualidad liberal.
Por otro lado me encantó la forma en la que interactuaron Lidia Ariza y Yamilé Scheker al momento que se dio la confrontación inevitable. Ese momento, me mantuvo en suspenso, al límite de mi silla, a la espera de qué pasaría luego.
Es notorio que la directora supo guiar a sus actrices para que sacaran lo mejor de cada personaje y no puedo dejar de mencionar lo obvio que es el talento que posee cada una, a sabiendas  de que unas poseen más experiencia que otras en las tablas. Aun así, le vi bien balanceada.

En conclusión insisto que para mí la combinación de elementos, desde el vestuario, el elenco, la escenografía, la iluminación, etc., está perfectamente balanceada. Definitivamente una obra que merece ser vista.

Nota: no abundo mucho en los elementos técnicos porque no soy una experta en esto, solo aporto mi punto de vista desde la silla de los espectadores.

1 comentario:

  1. Gracias por este comentario, está muy bien estructurado, con conocimiento de quien ha visto y pasado por el teatro muchas veces.

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